Tendencias teatrales en los años cuarenta



El teatro fue bastante pobre durante los primeros años de la posguerra, comparado con el éxito que tuvo en otras zonas. Esto fue debido a la ausencia de grandes autores dramaturgos así como Valle-Inclán, Lorca, Muñoz Seca y Miguel Hernández. También influyeron en la decaída del teatro el aislamiento cultural, la censura y los intereses empresariales, ya que muchos teatros se convirtieron en salas de cine, que daban más dinero.

Jacinto Benavente
A pesar de la pobreza del teatro, llegaron a triunfar notablemente dos géneros muy diferentes, en los cuales destacaron Jacinto Benavente, José Mª Pemán, Joaquín Calvo Sotelo y Juan Ignacio Luca de Tena:
  •     Comedia de evasión o de entretenimientoEs la base del teatro comercial de éxito, y desta­caron algunos autores con obras dignas, como es el caso de Edgar Neville, López Rubio,Víctor Ruiz Iriarte, etc. Estos autores hacen un teatro de un realismo ideali­zado, con elementos de la alta comedia y de la comedia cos­tumbrista y del sainete. En general, presentan obras bien construidas, que encubren una temática bastante superficial y que, inevitablemente, muestran un mundo feliz. Suelen tener un tono ingenioso y tratan con ligereza y frivolidad temas como el adulterio, el amor y los celos desde una perspectiva conservadora.
  •     Drama ideológico o políticoplantea tenias de tipo moral y social, que afectan al indi­viduo y a la colectividad.
A partir de estos géneros, se desarrollaron dos tendencias que marcaron  el teatro posterior:
  •    Teatro humorístico, con Jardiel Poncela y Miguel Mihura.
  •     El drama ideológico y el teatro realista social, con Antonio Buero Vallejo y Alfonso Sastre.

Además, durante los años cuarenta-cincuenta distinguiremos otra tendencia teatral además del teatro humorístico y posteriormente un teatro inconformista de signo existencial; el teatro burgués.

El teatro burgués es un teatro que, destinado a un público acomodado, presenta conflictos de clase media o alta con cierta intriga e ingenio, una suave crítica y una cuidada técnica. Se manifiesta en forma de comedia de evasión o de drama ideológico, defendiendo siempre valores como la familia tradicional, la autoridad y la religiosidad. Entre sus autores destacaron José María Pemán, José López Rubio o Joaquín calvo Sotelo (La muralla, 1954).

El teatro humorístico y el drama ideológico


Éste tipo de teatro de la posguerra que aprovecha las posibilidades cómicas del lenguaje y esconde una visión amarga y escéptica de la realidad, surgió a partir de unos humoristas relacionados con la revista La Codorniz, donde usaban un humor intelectualizado. Escritores representativos fueron Jardiel Poncela y Miguel Mihura.

El teatro humorístico es un teatro de una comicidad intelectual cercana al absurdo, que debe mucho al atrevimiento formal y el espíritu lúdico de las vanguardias de preguerra. Sus figuras son dos autores ya mentados, que ya habían comenzado a escribir antes de la guerra: Miguel Mihura y Enrique Jardiel Poncela. 
Representación Tres sombreros de copa
El primero es el autor de Tres sombreros de copa (escrita en 1932 pero no representada hasta 1952); la obra opone las convenciones a la imaginación poética al mostrar, con una comicidad absurda y a veces tierna, el «flechazo» inducido que experimenta un joven tímido y convencional por una bailarina de una humilde compañía con la que coincide en la víspera de su boda. 
En cuanto a Jardiel, se ha calificado a su teatro de «inverosímil», porque presenta situaciones un tanto disparatadas con comicidad verbal y tono antisentimental, en obras como Eloísa está debajo de un almendro (1940).
Más tardía es la aparición del drama ideológico, un teatro que refleja el malestar vital de personajes humildes, un teatro inconformista y existencial que y que se inicia con Historia de una escalera (1949), de Antonio Buero Vallejo. La obra nos presenta los conflictos amorosos, las penurias económicas y la falta de alicientes de una serie de personajes que, a lo largo de dos generaciones, viven en una humilde casa de vecindad donde la escalera que no lleva a ninguna parte acaba representando la inmovilidad.
Luego Alfonso Sastre, con Escuadra hacia la muerte (1953), unirá la denuncia del militarismo a la reflexión sobre la condición humana; posteriormente su teatro derivará hacia el compromiso político y social. 
Y Buero reflexionará sobre las limitaciones humanas y la forma de asumirlas en su obra En la ardiente oscuridad, protagonizada por unos ciegos.

Jardiel Poncela



Enrique Jardiel Poncela nació en Madrid en octubre de 1901 y murió de cáncer, arruinado y en gran medida olvidado, a los 50 años, en febrero de 1952.

Fue un escritor y dramaturgo español. Fue el único autor valioso entre 1939 y 1949.
Su teatro se relacionó con el teatro del absurdo, se alejó del humor tradicional acercándose a otro más intelectual, inverosímil e ilógico, rompiendo así con el naturalismo tradicional imperante en el teatro español de la época. 
Se basa en un humor disparatado, irónico, antisentimental y futurista,de raíz vanguardista. Concibe el teatro como el reino del absurdo; encadena situaciones inverosímiles,con personajes atípicos y diálogos humorísticos muy intelectualizados que traslucen una visión crítica de la realidad. 

Pero esto le supuso ser atacado por una gran parte de los críticos de su tiempo. Le atacaron por la falta de componentes psicológicos, sociales y morales, y porque su humor hería los sentimientos más sensibles y abría un abanico de posibilidades cómicas que no siempre eran bien entendidas.

Cuatro corazones con freno y marcha atrás
A esto hay que sumar sus posteriores problemas con la censura franquista. Sin embargo, el paso de los años no ha hecho sino acrecentar su figura y sus obras siguen representándose en la actualidad, habiéndose rodado además numerosas películas basadas en ellas. 

Sus obras más destacadas son:
  • Cuatro corazones con freno y marcha atrás
  • Eloísa está debajo de un almendro
  • Los ladrones somos gente honrada 



Miguel Mihura


Miguel Mihura nace en Madrid en Julio de 1905 y muere en Octubre de 1977. Hijo de un actor y empresario de teatro, vivió desde niño en el ambiente teatral que influiría considerablemente en su obra.

Después de terminar sus estudios secundarios en el colegio de San Isidoro, abandonó su instrucción académica para dedicarse al dibujo humorístico en diversas publicaciones, como “Muchas Gracias”, “Buen Humor” y “Gutiérrez".

En esta etapa compartió viñetas y artículos con autores (todos ellos influenciados por Ramón Gómez de la Serna) como Antonio Lara “Tono”, Edgar Neville o Enrique Jardiel Poncela.
Su humor absurdo se manifiesta en su primera obra teatral, “Tres sombreros de copa” (1932), un texto que revoluciona el teatro español. Tanta es su audacia que no consigue estrenarla hasta los años 50. Por lo que el autor decide cambiar de rumbo y hacer obras de teatro más burguesas, en línea con lo que se lleva en esos momentos. Durante la Guerra Civil funda y dirige La Ametralladora, revista de humor de la zona nacional, donde ya se puede ver su particular concepción del humor que alcanzará un gran éxito con su siguiente revista, La Codorniz, fundada por él en 1941.

A mediados de los años 30, Mihura comenzó a trabajar en el cine como guionista y dialoguista, debutando con el cortometraje “Una de fieras” (1934).
Su labor más recordada en la industria cinematográfica fue la escritura de los diálogos en “Bienvenido Mr. Marshall” (1953) de Luis G. Berlanga. También colaboró asiduamente con su hermano Jerónimo.
Su humor, totalmente original, fresco y descabellado seguía la línea de lo que se hacía en Europa en aquel entonces. Después de vender La Codorniz decide pasarse al cine donde escribirá numerosos guiones y reanudará su creación teatral en 1953, continuándola hasta 1968.
Sin embargo todas sus obras están por debajo de la genial, Tres sombreros de copa, ya que se ve obligado a frenar su libertad creadora y su magnífica imaginación.
Son los años de A media luz los tres, El caso del señor vestido de violeta, y Carlota. Pero alcanzará el éxito total de público con Melocotón en almíbar (1958) y Maribel y la extraña familia (1959). Después habría que destacar La bella Dorotea (1963) y Ninette y un señor de Murcia (1964).

Por lo tanto su obra comediográfica la podemos clasificar en dos periodos:


  • Primer periodo (entre 1932 y 1946): predomina el enfrentamiento entre los protagonistas y su entorno social. Tres sombreros de copa, y otras obras compuestas en colaboración con otros autores como Viva lo imposible o el contable de estrellas (1939), Ni pobre ni rico, sino todo lo contrario (1943), El caso de la mujer asesinadita (1946).

  • Segundo periodo: obras cómico-costumbristas, de corte policíaco y de enredo, con títulos como Maribel y la extraña familia (1959), Ninette y un señor de Murcia (1964).



Estilo


Mihura es la primera figura del teatro humorístico contemporáneo español. Sus comedias muestran una voluntad de ruptura con el teatro precedente. Tuvo una gran capacidad para crear tramas sorprendentes manejando con gran habilidad toda clase de recursos escénicos y demostrando un gran ingenio en sus diálogos.
Renovó el teatro cómico español con su facilidad para los juegos semánticos y el enredo con algo de absurdo. En sus obras se aprecia su intento por intentar ocultar el pesimismo y desencanto con la sociedad. Anticipa el teatro del absurdo por las situaciones ilógicas y la falta de coherencia en el discurso
A su imaginación hay que añadir su ternura y la belleza de las palabras utilizadas, además de su combinación del humor trágico con el ridículo, que hacen que su obra sea completamente original y única en la historia del teatro español.
Además, los personajes grotescos que inventa Mihura y el lenguaje vanguardista que utiliza lo relacionan con Poncela y Gómez de la Serna. Su visión crítica de la sociedad nos recuerda al teatro absurdo de Beckett o Lonesco.
Tres sombreros de copa

Obra completamente original, no llegó a estrenarse en España hasta veinte años después, privando al teatro español del momento de una propuesta nueva. El propio Eugenio Ionesco llegó a alabar esta obra destacando su humor, una mezcla entre lo trágico y lo ridículo. Posteriormente Mihura intentó acercarse al espíritu de Tres sombreros de copa escribiendo con Tono Ni pobre ni rico sino todo lo contrario donde las situaciones anticonvencionales y su lenguaje recuerdan en cierto modo a su obra maestra.

Argumento
En la habitación de un hotel de provincias, Dionisio pasa su última noche de soltero ya que al día siguiente se va a casar con Margarita, hija de don Sacramento, un burgués en toda regla. Pero esa misma noche la casualidad va a hacer que conozca a Paula, una bailarina.
En esa habitación y durante esa noche se enamorará de Paula, mujer libre, imaginativa e inesperada. Esto hará que Dionisio enfrente dos mundos opuestos : el burgués, representado por el futuro matrimonio, y el libre, representado por Paula. Finalmente esta confrontación hará que el amor entre Dionisio y Paula, nazca y muera.
Dionisio experimenta el placer de la libertad sin límites teniendo luego que renunciar a él, para volver a la falsedad de la vida burguesa, con sus normas y convenciones establecidas. La felicidad experimentada por Dionisio ha sido sólo un sueño, una quimera imposible, pues la vida burguesa (es decir la presión social) termina por absorber a todo individuo que forme parte de la sociedad.
Así pues Dionisio no logra conseguir su sueño: ser libre para ser feliz.

Del drama ideológico al teatro realista social



En el teatro de los años cuarenta aparece una corriente existencial que evoluciona hacia el realismo social, capaz de superar obstáculos tan sólidos como la censura en la década de los cincuenta. Destacan autores como Antonio Buero Vallejo y Alfonso Sastre, con el estreno de sus obras Historia de una escalera, en 1949 Escuadra hacia la muerte, en 1953, respectivamente, que supusieron el punto de partida de esta tendencia realista social, que será la dominante en la década de los cincuenta.

El propósito de los autores es dar testimonio de la realidad, mediante el reflejo de las injusticias sociales y una actitud de denuncia, siempre con las limitaciones que impone la censura, Buero Vallejo elige la tragedia, que es para él una puerta abierta a la esperanza, la posibilidad de superar las limitaciones humanas, alcanza la unidad y coherencia por su tono ético y por la carga de inquietud que renueva y dignifica la escena.

Antonio Buero Vallejo



Nació en Guadalajara en 1916, era el mediano de sus dos otros hermanos, su padre era militar y enseñaba cálculo en la Academia de Ingenieros de Guadalajara.
Era aficionado a la lectura, la música y a pintura, iba habitualmente al teatro y a los 9 años ya dirigía representaciones en un teatrillo de juguete. Estudió en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando.

Al empezar la guerra su padre no le dejo alistarse como voluntario, éste fue detenido y fusilado. Pasó por diversas cárceles al adherirse a la rebelión, en ellas dibujo ciertos retratos de compañeros. Tras su salida de prisión en 1946 le empezó a atraer la escritura narrativa y después la dramática con su primera obra En la ardiente oscuridad. 

En 1948 escribió Historia de una escalera con la que ganó el premio de teatro de Lope de Vega e inicio el teatro de testimonio y compromiso, que plantea los conflictos de la sociedad de su tiempo, es decir, analiza la sociedad española con todas sus injusticias, mentiras y violencias, muestra la realidad de la posguerra.

A partir de entonces, Buero Vallejo escribió y estrenó con éxito. En su teatro predominaban las obras realistas, presentando caracteres problemáticos en su proyección social. 
Algunas de sus mejores obras combinan el realismo y el experimentalismo como El tragaluz, otras son de carácter histórico como Las meninas, sobre Velázquez, en otras trata la fantasía como Irene y el tesoro y finalmente escribió teatro en torno a la tortura y la culpa, La doble historia del doctor Valmy.

Su obra plantea problemas fundamentales del ser humano y transmite esa inquietud al espectador, crea un clima de desasosiego, un mundo trágico, pero fundado en la esperanza humana para mostrar un objetivo ineludible, la búsqueda de la verdad.

Alfonso Sastre


Es el máximo representante del teatro social, paralelo a la poesía y a la novela testimonial y realista de la década de 1950.
Se da a conocer como teórico en artículos de periódicos  y revistas especializadas donde defiende un teatro social, de denuncia y protesta, que sea un instrumento agitador y transformador de la realidad. En su obra domina el tema de la opresión y predomina el aspecto social sobre el individual.


BIOGRAFÍA

Alfonso Sastre nació el 20 de febrero de 1926 en Madrid, en el seno de una familia acomodada. Creció con tres hermanos y recibió una formación católica. Cursó el bachillerato en el Instituto Cardenal Cisneros de Madrid por el sistema "libre" en una academia privada.

En 1943 comenzó la carrera de Ingeniería Aeronáutica, que abandonó a los quince días; lo intentó con la carrera de Aduanas y empezó a finales de los años cuarenta con obras existencialistas solo o en colaboración con el grupo "Arte Nuevo".

En 1947 empieza a estudiar filosofía y letras y en la universidad funda la revista Raíz con Juan Guerrero Zamora, donde publica su traducción de Das Urteil, de Franz Kafka. Escribe en colaboración con Medardo Fraile Comedia sonámbula.

En 1949 comienza Prólogo patético, que termina en 1950; la obra es prohibida y el autor pasa a comprometerse con el marxismo y el teatro social.

En 1950 firmó con José Mª de Quinto el Manifiesto del Teatro de Agitación Social e inicia una serie de polémicas en periódicos, libros defendiendo la modificación activa de la sociedad por medio del teatro. Continuamente prohíben al grupo representar obras propias o ajenas.

En 1953 concluyó sus estudios de Filosofía y Letras y tiene lugar su primer gran éxito, Escuadra hacia la muerte.
El 17 de septiembre de 1954 se estrenó La Mordaza, que trata sobre el tema de la dictadura, la represión y la censura.

En 1960 redacta el Manifiesto del Grupo de Teatro Realista, también con J. M. Quinto, por un teatro de calidad. Esta experiencia se refleja en su ensayo Anatomía del realismo.


1965-1972 su llamado Teatro penúltimo representa una nueva evolución, y está constituido por siete obras: La sangre y la ceniza (1965), El banquete (1965), La taberna fantástica (1966), Crónicas romanas (1968), Ejercicios de terror (1970) y El camarada oscuro (1972) y Ahola es de leil (1974).

En 1971 escribe Askatasuna! y un año después viaja a Cuba y Cagliari, donde se representan sus obras editadas dos años más tarde en francés.


En 1974 encarcelan a su mujer, Eva Forest, hasta 1977 , y también a él mismo entre octubre de 1974 y junio de 1975.

En 1978 terminó la Tragedia fantástica de la gitana Celestina, publicada en italiano en 1979 y en español en 1982.

En 1990 se despide del teatro, pero sigue escribiendo. En 1993 recibió el Premio Nacional de Literatura en la modalidad de Literatura Dramática.

Alfonso Sastre escribió también cuentos de terror, género al que era muy aficionado, que toca ocasionalmente en su teatro y poesía y que recopiló en Las noches lúgubres.



También escribió crítica literaria y política y ejercia habitualmente como colaborador en varios periódicos.

También escribió una breve autobiografía, Sonata en mi menor, y hay editadas colecciones de cartas y alguna entrevista.

Comprometido a fondo en la lucha contra el franquismo, sostuvo una notoria polémica con Antonio Buero Vallejo sobre el modo de luchar con el teatro para cambiar la sociedad durante la dictadura; mientras que Buero defendía el posibilismo, es decir, aprovechar cualquier resquicio que permitiera la censura franquista para intentar cambiarla desde dentro, Sastre consideraba más radicalmente que esta actitud era una claudicación y optó por un teatro extremista que apenas encontró forma de poderse representar fuera de cenáculos muy limitados merced a la presión de la censura y las dificultades que ponían los empresarios teatrales.

El teatro de Sastre, sin embargo, no atiende sólo al contenido, y está preocupado por las cuestiones formales y estructurales, y es sensible a cualquier renovación que provoque la concienciación y el resquebrajamiento del teatro burgués.

Evolución del realismo social


Carlos Muñiz

A finales de los años cincuenta y en los sesenta, continúa haciéndose un teatro crítico.
A los ya citados Buero Vallejo y A. Sastre, se añade una nueva generación: Carlos Muñiz, Lauro Olmo, Martín Recuerda, Rodríguez Méndez, Rodríguez Buded y, en parte, Antonio Gala, que pretenden ser una alternativa comprometida e innovadora al teatro comercial que triunfaba.
Sus obras reflejan la evolución del realismo social,aunque la mayoría de autores mantienen el espíritu del realismo crítico, pero se alejan de la estética realista, ya que tienden hacia un teatro más alegórico, expresionista o de farsa.

Los rasgos que caracterizan son los siguientes:

1. Plantean temas de crítica social y de denuncia:la injusticia,la explotación,etc. Los protagonistas suelen ser víctimas que acaban derrotados por el entorno social.

2. La estética se aleja del realismo y tiende hacia unas nuevas formas expresivas:alegórico-simbólica,expresionista o en tono de farsa.

3. Emplean un lenguaje violento y popular,y pretende expresar la violencia y la crueldad del mundo.


Las obras destacadas son La camisa, de Lauro Olmo,y Los verdes campos del Edén, de Antonio Gala.





Conclusión


El teatro de la posguerra al principio fue escaso, pero finalmente sorprendió por destacar en dos corrientes teatrales totalmente distintas:
  •    Comedia de evasión o de entretenimiento, suele tener un tono ingenioso y trata con ligereza y frivolidad temas como el adulterio, el amor y los celos desde una perspectiva conservadora.
  •    Drama ideológico o político,Refleja el malestar vital de personajes humildes, es un teatro inconformista y existencial.

A partir de estos géneros, se desarrollaron dos tendencias que marcaron  el teatro posterior:

  •   Teatro humorístico, con autores como Jardiel Poncela y Miguel Mihura.
  •    El drama ideológico y el teatro realista social, con autores como Antonio Buero Vallejo y Alfonso Sastre.

Finalmente hubo una evolución del drama ideológico hacia un teatro más socialista, el realismo social.

Bibliografía


Libro de texto:

  • Lengua Castellana y Literatura, Bitácora I, Editorial Teide